Editan diccionario 'bien chido&'
Juan Palomar de Miguel (Madrid, 1931), es el responsable de la realización del ‘Diccionario de México’. Foto: Maricarmen Galindo

Los mexicanos tienen ya su propio tumbaburros, chamba de un gachupín, que dejó la «hueva» de lado y no se le fue la onda.

Juan Palomar de Miguel (Madrid, 1931), es el responsable de la realización del «Diccionario de México», que incluye más de 35 mil mexicanismos, regionalismos, etimologías, frases, dichos y albures.

Editado por Trillas, la investigación tardó más de 12 años en realizarse, un «chingo» de trabajo en bibliotecas, un titipuchal de viajes en el metro, y al mercado para que el autor conociera cómo habla la raza.

«Es un diccionario para todos. Quería que fuera el espejo de identidad de todos los mexicanos, donde se miraran, el lugar de referencia en su historia, en su geografía, en su antropología, en su arte, no digamos del lenguaje, de su idioma», dice el español, quien vive en México desde 1957.

Frases como «no manches», «estar hasta la madre», «mentar la madre», «ni madres», así como decenas de usos del verbo «chingar» están presentes en este ejemplar de mil 470 páginas, único porque se trata del volumen con más frases mexicanas y explicaciones sobre política, sexo y vida cotidiana.

No olvida los clásicos del lenguaje tapatío como el verbo «ocupar» (que atribuye a Colima), el «soy chiva y qué», la birria, el pozole y la chela.

De política se encuentran definiciones precisas de palabras como «dedazo», «cargada», «hueso» y «albazo».

A la «Grilla» la define como el chismorreo político más o menos solapado, en el que se manejan, a veces sin fundamento, las actuaciones y la conducta de las personas que ocupan algún puesto en la política.

Incluye también el lenguaje juvenil. El verbo «huevonear», el sustantivo «huevón» («flojo hasta el extremo»), el «agarrar la onda», «írsele la onda», «sacar de onda», las palabras «morra», «chido», «choro», «güey», «fresa» y su contraparte «naco».

El foxismo, según el libro, es la «ideología y tendencias propias de Vicente Fox Quesada». Y ser foxista significa ser «partidario o simpatizante del foxismo».

También incluye «vochito» y «changarro», palabras muy usadas el discurso foxista.

«No es un diccionario pudoroso, se lo aseguro. Traté de romper muros», afirma Palomar, todo un chilango.

Con un tiraje de 6 mil ejemplares, el «Diccionario de México» cuesta 400 pesos.

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