En una ocasión le preguntaron a un vagabundo cómo era su calidad de vida y cuáles eran los sentimientos que pasaba día con día, él se tomó el tiempo para contestar de forma clara y precisa. Lo que sobresale de su relato de lo que vive día a día es la palabra: rechazo.

Es realmente conmovedor como éste hombre solo trata de sobrevivir y muchas veces nosotros los insultamos sin saber por todo lo que han pasado.

Mi nombre es Ronald Davies, llevo como 1 año y medio viviendo en la calle.

Bueno, yo vengo de los suburbios, a una vida que es… es dura.

Y he dormido en callejones, debajo de puentes, he dormido en cajas de cartón.

Tú sabes, solo sobreviviendo. Al principio es la parte más difícil.

Y ehm… He llenado solicitudes de trabajo, pero me miran y no soy lo que buscan ahora, pero que me van a llamar, que les deje un número.

Y les digo: ¿Cómo voy a dejar un número si no tengo teléfono?

Así que, es una lucha diaria, yo solo vengo todos días a pedir limosna con mi vaso.

Aquí, a la salida del metro, la gente me regala sándwiches y otras cosas.

¿Sabes? Empiezo el día a las 6 de la mañana. A veces no me alcanza para ir al refugio.

A veces te dan números de espera, pero ese número no avanza en todo el día, así que me voy a otro lado.

Muchas veces tampoco tengo dinero para eso, así que termino durmiendo en el parque, o en una de esas bancas del centro o algo parecido y el guardia de seguridad me saca a las 5 o 6 de la mañana.

Así que a las 6 de la mañana vengo hasta acá e intento sobrevivir.
Y como les dije antes, a veces no alcanza para un cuarto y duermo en la calle.

Pero dependo de la gente que sale del metro y muchos de ellos me respetan, muchos de ellos me conocen.

Vienen y me dan ropa, comida o cosas así para que pueda sobrevivir.

Me dan un par de dólares, los junto y me pido un cuarto para la noche.

Si no tengo la suerte de conseguir un cuarto, duermo en la calle o donde pueda.

Es muy humillante, estar con un vaso, 24 horas al día y la gente me mira como si fueras un vago y me ha pasado que gente pasa al lado mío y dice: busca un trabajo vago!

Y yo digo, espera, no soy un vago, soy un ser humano.

Y… Y es difícil, pero al final del día, cuando la gente va a sus casas y todos se suben al metro.

Ahí yo… Entonces yo me siento muy mal porque no puedo volver a casa.

¿Sabes? Lo siento, pero me emociono porque en verdad estoy haciendo lo posible por salir de las calles.

No me importa lo que sea, si logro obtener un trabajo con toda esta humildad; quiero decir, pierdes toda tu humildad cuando lo pierdes todo.

¿Me entiendes? Digo, tienes que buscar ganarte el respeto de las personas.

¿Me entiendes? Mucha gente te mira y te ve como un pedazo de basura.

¿Me entiendes? Un tipo pasó al lado mío y me hablo muy mal y yo lo mire y le dije: que Dios lo bendiga señor.

Pasó de largo y se devolvió inmediatamente. Me dijo: ¿Sabes que amigo? Tuve un mal día, disculpa por decirte eso.

Porque eres un ser humano por favor acepta mis disculpas. Y le dije: disculpa aceptada.

Se metió la mano al bolsillo y me dio $30 dólares y me dijo: ve a buscarte un cuarto y algo para comer.

¿Me entiendes? Ni importa lo que puedan pensar de mí, sé que soy un ser humano y el que me haya ido mal en la vida no le da derecho a nadie para llamarme vago, porque no lo soy!

Vía: UPSOCL.COM